Economía global se mantiene sólida pese a las presiones inflacionarias y al conflicto en Medio Oriente

El escenario económico internacional en abril evidenció una dinámica que se mantuvo sólida, aunque con el crecimiento de la inflación en las principales economías del mundo por arriba de lo estipulado, combinado con la intensificación del conflicto en Medio Oriente.

El dato de actividad para Estados Unidos decepcionó a los mercados con una variación del Producto Interno Bruto (PIB) menor a la esperada. Junto a esto, el incremento de la inflación superó las expectativas e impulsó a la Reserva Federal a mantener la tasa de referencia sin cambios y a reconocer la falta de avances recientes en el proceso desinflacionario, lo cual pondría en duda la capacidad de la institución para realizar los recortes que había proyectado.

Por otra parte, el sentimiento de mercado se vio afectado por los ataques directos entre Irán e Israel, que generaron nuevas preocupaciones sobre los precios de la energía.

Pese a estas circunstancias, el panorama económico es bueno en líneas generales. Se espera una aceleración del crecimiento en el trimestre actual y que se mantenga firme a lo largo del año. Esto favorecería a que tanto la dinámica económica como de crecimiento de utilidades corporativas se mantenga robusta. Como consecuencia de ello, la inflación seguirá resistente, aunque no reacelerándose, generando cierta presión sobre las tasas y fortaleciendo el dólar.

Estas perspectivas nos llevan a mantener nuestra preferencia por la renta variable sobre la renta fija, favoreciendo a los mercados desarrollados a través de una nueva sobreponderación en Japón y en EE.UU. 

Dentro de los emergentes, mantenemos la sobreponderación en Latinoamérica por valorizaciones y neutralidad en Asia, excepto Japón.

En renta fija, por su parte, conservamos la neutralidad en la duración, una postura que implementamos al inicio de año ante una expectativa de volatilidad en las tasas que se ha materializado y que esperamos que persista.

Dentro de renta fija, mantenemos la neutralidad entre los tesoros y los instrumentos corporativos, aunque con preferencia por los tesoros de duración media. Por otra parte, ampliamos preferencia por la deuda emergente en moneda dura, financiada a través de deuda emergente internacional en moneda local.

En la esfera local, las perspectivas económicas para el país continuaron mejorando durante abril, con expectativas de crecimiento para el 2024 que se situaron en 3,50%, reflejando el mejor dinamismo observado durante el primer trimestre del año.

Se volvió a observar una caída esperada en la inflación, que la posicionó dentro del rango meta ubicándose en 5,4%.

En línea con el buen desempeño de la inflación y con el proceso de convergencia de las expectativas hacia el rango meta, en su reunión de abril, el Banco Central sorprendió al mercado anunciando un recorte de 50 puntos básicos en la tasa de referencia, ubicándola en un nivel de 8,50%.

Con este ajuste, no hay expectativas en el corto plazo de nuevos recortes en las Tasas de Política Monetaria. De continuar el comportamiento reciente de la inflación y las expectativas, anticipamos un recorte adicional previo al cierre de año.

En lo que respecta al posicionamiento del dólar, la incertidumbre derivada de los conflictos geopolíticos y la fortaleza de la divisa a nivel global resultaron en una elevada volatilidad de la moneda. De cara a los próximos meses, continuamos anticipando un debilitamiento de la moneda local, esperándose, acorde a la última encuesta del BCU, un dólar en el entorno a los $40 para el cierre del año en curso.

En este contexto, en el transcurso del mes la cotización de la divisa estadounidense revirtió parte de las caídas observadas en marzo. Las tasas nominales presentaron un importante ajuste a la baja y en contraste con esto, las tasas reales ajustaron al alza. De esta forma se redujo la inflación implícita en ambas curvas, con la expectativa de mercado acercándose algo más a lo esperado por los analistas y el Banco Central. A pesar de lo anterior, mantenemos en los portafolios de renta fija local una leve preferencia por las tasas nominales.