La endometriosis, una enfermedad que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta a una de cada diez mujeres, lo que se traduce en la cifra de 190 millones a nivel mundial, está calificada como una de las veinte más dolorosas, de acuerdo con el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido.

Esta patología se define como una enfermedad sistémica, inflamatoria y crónica, que se caracteriza por la presencia de tejido similar al endometrio en sitios extrauterinos. Generalmente se desarrolla en las estructuras pélvicas, como la vejiga, intestinos, ovarios y trompas de Falopio, pero también se ha detectado en otros órganos, incluyendo el corazón y el cerebro.

Sus causas todavía no se han establecido, pero se considera que en su desarrollo están implicados factores inmunológicos, genéticos, endócrinos y ambientales.

En lo que respecta a los síntomas, estos son muy diversos y dependen de la zona del cuerpo en que se localicen las lesiones. Las pacientes pueden experimentar dolor menstrual severo, períodos abundantes, dolor pélvico y abdominal, quistes ováricos persistentes, problemas digestivos, molestia al orinar, infecciones urinarias recurrentes, dolor durante la penetración, infertilidad, dolor de cabeza, problemas en las piernas, dolor de cadera y en la espalda baja, entre otros.

Debido a estos múltiples síntomas se trata de una enfermedad infradiagnosticada, ya que se mimetiza con otras patologías que presentan la misma sintomatología, como la enfermedad inflamatoria pélvica o el síndrome de colon irritable. A esto se le suma la falta de profesionales capacitados y de equipos adecuados para realizar las pruebas diagnósticas pertinentes, según explicó Lucía Cuba, paciente con endometriosis.

Asimismo, se suele minimizar el dolor de la paciente, adjudicándolo a factores de estrés, ansiedad o depresión. “En la salud hay un tema de sesgo de género muy grave. Se cree que el dolor de la mujer es algo normal o menos importante. Los médicos minimizan e invalidan lo que sentimos. En ese sentido, el sistema de salud tiene una gran falla”, sostuvo.

Todo esto conlleva a que las pacientes no puedan acceder a un diagnóstico y tratamiento temprano de su enfermedad. En promedio, se tarda entre siete y diez años en ser diagnosticada. En el caso de Cuba, fueron 14 años los que tuvo que esperar para llegar a un diagnóstico certero luego de su primera consulta médica.

Durante ese período no solo se acrecientan los síntomas de las pacientes, sino que también enfrentan un fuerte desgaste emocional debido a la falta de información y de comprensión que existe hasta por parte del propio personal médico.

En este contexto, cada 14 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Endometriosis con el objetivo de generar consciencia sobre los riesgos y prejuicios que existen sobre esta enfermedad.

Aprovechando esta instancia, el 21 de marzo a las 18:30 horas en la Sala Magnolio se realizará el evento “¿Endo what?”, donde se proyectará el documental Below the belt, que examina los desafíos que afrontan las personas con endometriosis.

“También nos enmarcamos en el Mes de la Mujer, para empoderarnos y tratar de pelear para que haya más igualdad en la salud en general”, expresó Cuba, quien también participa en la organización de esta iniciativa.

Declarado de interés departamental por parte de la Intendencia de Montevideo, el evento también contará con un panel de profesionales de la salud, quienes junto a Cuba y al productor del audiovisual, Patricio Cohn, debatirán sobre esta temática.

Esta instancia, apoyada por la Clínica Ginecotológica Briozzo del Hospital de la Mujer, Facultad de Medicina y la ONG Iniciativas Sanitarias, estará dirigida a políticos, influencers y comunicadores.

En busca de un amparo legal

Con el propósito de regular el acceso al diagnóstico y tratamiento integral de la endometriosis, un colectivo de pacientes presentó un proyecto de ley al Parlamento en marzo de 2023, que actualmente se encuentra a estudio en la Cámara de Senadores.

Dicho proyecto determina la “obligatoriedad del acceso integral a las debidas prácticas de detección y tratamiento de la enfermedad en todos los prestadores de salud, sean públicos o privados”.

También solicita la inclusión de la ecografía especializada en detección de endometriosis y de la resonancia magnética con contraste vaginal y rectal en el catálogo de prestaciones del Plan Integral de Atención a la Salud (PIAS), así como agregar en el Formulario Terapéutico de Medicamentos (FTM) los fármacos específicos para el tratamiento.

Además, establece que el Ministerio de Salud Pública (MSP) debe “instrumentar cursos formativos para el personal sanitario orientados a prevenir prácticas de violencia ginecológica y de género, discriminación por orientación sexual, identidad de género, etnia o condición social”.

A su vez, se agrega como competencia del MSP la promoción de la investigación clínica en la materia y la formación de cirujanos en la técnica de escisión, puesto que es el “único método reconocido a nivel mundial como el tratamiento por excelencia para la remoción total de las lesiones de endometriosis”.

“La aprobación del proyecto traería muchos beneficios para las pacientes, empezando por el hecho de contar con el respaldo de que la enfermedad sea reconocida como tal y no enfrentarnos al desconocimiento cuando acudimos a una emergencia o consulta médica”, concluyó Cuba.