Cada 4 de setiembre se conmemora el Día Mundial de la Salud Sexual y en esta oportunidad la Academia Internacional de Sexología Médica invita a la reflexión sobre un aspecto fundamental de las relaciones y la intimidad: el consentimiento sexual, que garantiza el respeto, la dignidad y el bienestar de las personas involucradas.

“El consentimiento sexual es un acuerdo voluntario, informado y mutuo entre todas las partes involucradas en una actividad sexual. Se basa en la comunicación abierta, el respeto y la comprensión de los deseos y límites de cada persona. Es un derecho humano básico y una expresión de autonomía y libertad sexual”, comentó el doctor Santiago Cedrés, presidente de la Academia Internacional de Sexología Médica.

Para alcanzar el consentimiento de forma saludable hay algunas claves que pueden ayudar en el proceso y que comparten los especialistas. Una de ellas es la comunicación clara, que implica hablar abierta y honestamente sobre lo que cada persona desea y se siente cómoda haciendo.

El consentimiento es voluntario, sin presiones, amenazas o coerción. Al mismo tiempo, todas las personas involucradas deben tener la capacidad legal y mental para consentirlo.

Por otra parte, el consentimiento puede ser revocado en cualquier momento, y si una persona decide que ya no quiere continuar, su decisión debe ser respetada de inmediato.

Además, este acuerdo no es general para todas las actividades sexuales, y debe ser específico para cada acción que se plantea.

Por último, los especialistas indican que la falta de resistencia o el silencio no equivale a consentimiento, y no se debe asumir que alguien está de acuerdo porque no se opone activamente.

“Desde la Academia Internacional de Sexología Médica nos comprometemos a promover una cultura de consentimiento en la que todas las personas sean respetadas y valoradas. Educarnos a nosotros mismos y a los demás acerca de la importancia del consentimiento es esencial para crear relaciones más saludables y respetuosas. Al hacerlo, estamos construyendo un mundo en el que todas las expresiones de sexualidad sean consensuadas y empoderadoras, en el que todas y todos puedan explorar su sexualidad de manera segura”, concluyó Cedrés.