Schmidt ofrece su producción de 50.000 toneladas de hormigón premoldeado por año al proyectado sistema de movilidad metropolitano
La empresa pone a disposición del sistema de transporte metropolitano su experiencia y tecnología para construir puentes, pasos a desnivel y túneles.
Ante la necesidad de mejorar el sistema de transporte en Montevideo, Canelones y San José, y con el gobierno y el sector privado diseñando planes de infraestructura para el transporte público, Schmidt Premoldeados, empresa uruguaya con casi 30 años de trayectoria, se presenta como un aliado estratégico para responder a estos desafíos, con experiencia, tecnología y capacidad de producción para acompañar esta transformación.
La compañía es pionera en la implementación de piezas de hormigón premoldeado y pretensado en Uruguay. Este sistema permite fabricar en planta industrial y bajo estrictos controles de calidad grandes estructuras de hormigón que luego se transportan y ensamblan en obra.
De esta forma se reduce el tiempo de ejecución, se optimizan costos y se disminuye el impacto en el entorno. Esto es relevante para intervenciones viales en zonas densamente pobladas, donde extender obras durante meses o años puede afectar la movilidad y la vida cotidiana.
La empresa fabrica vigas premoldeadas pretensadas que permiten construir puentes con vigas de gran porte, lo cual logra que cubran luces (la distancia entre apoyos) de hasta 45 metros.
En otra línea de producción se fabrican prelosas, piezas prefabricadas que además de ayudar en la estructura del puente, permiten la no utilización de enconfrado in situ y entregan una superficie de gran acabado. Estas prelosas son montadas sobre las vigas longitudinales del puente y quedan a la espera de que se les vierta encima el resto del hormigón que contemplará la estructura final.
Esto genera una disminución de la contaminación del entorno por la reducción de la cantidad de deshechos, la no utilización de madera para encofrado, menos polución debido a un tiempo de ejecución de obra más breve y sobre todo una mejora sustancial en los plazos de obra.
Además de esta capacidad, en su planta industrial Schmidt cuenta con la ingeniería y otra línea de producción para la realización de pasos bajo nivel, que según su longitud pueden llegar a ser túneles.
Esta tecnología es muy usada en el mundo, junto con otras, para la construcción de túneles.
“Entendemos que, para el área metropolitana de Montevideo, Canelones y San José, es la más indicada, siendo la construcción de dovelas (varias piezas que se van uniendo unas a otras) de box culberts. Estos son una especie de marcos de diferentes secciones que permitirán afrontar los distintos requisitos de tránsito”, apuntó Oscar Schmidt, fundador y director general de la empresa.
Schmidt agregó que este tipo de estructuras son utilizadas cuando el método de construcción de los túneles es el llamado “cut and cover”, que es el que más se adapta a la solución necesaria.
“Se hacen en tiempos cortos, con baja inversión, y se logra una buena planificación de la obra y la gestión del tránsito”, señaló.
La empresa tiene la posibilidad de construir estas piezas, transportarlas a la obra, montarlas y sellar sus juntas, tal como se realiza en las ciudades más avanzadas en el mundo.
Estas unidades se elaboran en la planta, ubicada sobre la Ruta 101, con una capacidad de producción de 4.000 toneladas mensuales de piezas premoldeadas, lo cual significa producir hasta 50.000 toneladas al año o 20.000 metros cúbicos y la posibilidad de incluso incrementarla a 25.000 m3/año en el corto plazo.
Para equiparse a fines de poder atender esta eventual demanda, Schmidt incorporó equipos de última generación. Además de sus bancos de capacidades de 300 y 600 toneladas, adquirió y ya está en funcionamiento un nuevo banco de 1000 toneladas de capacidad, único en el país.
Esto permite construir vigas que logren mayores distancias entre apoyos soportando las cargas exigidas por la normativa. Además, el mayor nivel de pretensado también redunda en costos más bajos.
“Mientras una empresa constructora realiza los cimientos y/o pilares de una obra, nosotros podemos ir produciendo en paralelo las piezas en nuestra planta. Cuando el trabajo en el sitio está listo, realizamos el traslado y el montaje de las piezas prefabricadas. Esto resulta en un gran ahorro de tiempo y el tramo queda operativo en menos tiempo. Es un enfoque constructivo completamente distinto al tradicional, y validado en las principales ciudades del mundo”, explicó Schmidt.
Al respecto mencionó que, en ciudades como Barcelona, París, Shanghái, entre otras, es común ver autopistas por debajo de la ciudad con muros prefabricados, mientras que en países nórdicos, como Finlandia, donde solo se puede construir durante tres o cuatro meses al año por las nevadas, el sistema prefabricado es esencial para aprovechar el tiempo.
Schmidt ha participado en obras viales icónicas en Uruguay, como el puente frente al Aeropuerto de Carrasco. También ha participado en los puentes sobre las rutas 6, 8, 9 y 14 con el suministro de vigas, alcantarillas, pasos bajo nivel y barreras new jersey. Asimismo, es proveedora de muchas intendencias municipales con soluciones urbanas y caminos rurales de todo tipo.
En los proyectos que se analizan de transporte de pasajeros, la empresa busca aportar su capacidad industrial, tecnológica y de ingeniería a los equipos constructores que lideren las iniciativas. “Lo importante es que el país cuente con soluciones que permitan ejecutar obras de gran escala en tiempos razonables, con excelente calidad y presupuestos ajustados a las necesidades”, agregó el empresario.
Otras de las ventajas del sistema constructivo de Schmidt es que reduce el margen de error humano, disminuye los residuos en obra, permite la trazabilidad total de los materiales y contribuye con la seguridad laboral. Con estructuras más livianas y resistentes gracias al pretensado, también se reducen los costos de transporte y montaje. La empresa cuenta con tecnología de avanzada, incluyendo equipos láser únicos en Sudamérica para el trabajo en hormigón en paneles planos.
“La apuesta por la movilidad urbana requiere cambiar el enfoque con el que históricamente se abordaron las obras públicas. Desde autoridades nacionales hasta técnicos y usuarios han llegado a un consenso de que los tiempos de ejecución deben ajustarse a las exigencias actuales de las ciudades”, concluyó Schmidt.
En ese contexto, la empresa prevé incrementar su capacidad productiva con la inauguración de una nueva planta para fin de año, que alcanzará una producción de 6.000 toneladas al mes de piezas premoldeadas
Schmidt ofrece una alternativa moderna, eficiente y viable, que brinda resistencia, durabilidad y un riguroso control de calidad en la planta de fabricación de última generación y con tecnología de punta. Además, permite una gran flexibilidad para adaptarse a diseños arquitectónicos modernos y mejora la planificación financiera del proyecto.