Poder expresar la identidad de cada persona a través de la moda y construir espacios seguros en las tiendas de ropa fueron los conceptos transversales de los talleres organizados por Skip, marca líder en limpieza y cuidado de la ropa de Unilever, dirigidos al personal de ventas en el rubro vestimenta.

La psicóloga Victoria Marichal, especializada en sexualidad y diversidad corporal, fue la encargada de exponer sobre la temática en encuentros de los que participaron colaboradores de distintas marcas presentes en los centros comerciales, bajo la premisa de que generar espacios seguros es responsabilidad de todos.

“Vestirnos es más que cubrir nuestro cuerpo, ya que la ropa forja nuestra identidad y tenemos derecho a expresarnos libremente a través de ella sin ser juzgados. Lamentablemente, no todas las personas encuentran la ropa adecuada para representar su identidad o que puedan utilizar según su corporalidad”, expresó la especialista.

De acuerdo a un estudio realizado por Skip en el año 2021, los principales límites socioculturales que encuentran los uruguayos a la hora de comprar ropa se vinculan a no querer sobresalir, no tener cuerpos hegemónicos ni ser jóvenes, a la mirada conservadora, la escasez de referentes para inspirarse o debido a la masculinidad y feminidad hegemónica.

Juan Pablo Guerrero, jefe de Marketing de la categoría Cuidado del Hogar en Unilever Uruguay, comentó que este ciclo de talleres, que surgió a raíz de los resultados de la encuesta, va en línea con el propósito de Skip.

“Desde la marca buscamos alentar a que las personas vivan su ropa libremente, sin limitaciones ni prejuicios, contribuyendo a generar un mundo con mayor libertad de expresión al vestirse. Por eso, desarrollamos estas instancias dirigidas a aquellas personas que están en contacto directo con los clientes en las tiendas de ropa, para que puedan llevarse consejos prácticos y generar espacios más seguros”, señaló.

Marichal explicó varios conceptos vinculados a las inseguridades que pueden generarse en las personas luego de una experiencia en una tienda de ropa, como la violencia estética, que según la encuesta presentada por Skip, es percibida por los consumidores de varias formas, ya sea por el cuestionamiento de la edad, la corporalidad, o exigencias en el cumplimiento de los roles de género asignados.

El 58% de los encuestados afirmaron que no todos los vendedores están preparados para tratarlos como les gustaría, el 52% indicó que por su edad hay prendas que no se animan a usar, mientras que el 50% apuntó que les gustaría ver más moda sin género.

Marichal invitó a los vendedores a revisar sus prácticas actuales, y compartió algunos consejos que pueden ayudar en la experiencia cuando una persona ingresa a una tienda a probarse ropa. “Hay que evitar decirle a alguien que está en el sector equivocado del local, o hacer un comentario en función de los estereotipos de género, ni recomendar prendas de ropa para disimular algunas partes del cuerpo, entre otras acciones que pueden generar daños”, ejemplificó.

Agregó que para construir nuevas prácticas seguras puede utilizarse lenguaje neutro o preguntar por el pronombre para referirse a cada persona, permitir que los clientes busquen prendas en el sector de la tienda que deseen sin importar el género, empatizar con situaciones de angustia que puedan generarse en la experiencia de visitar el local, y tener especial cuidado con niños, niñas y adolescentes, porque están construyendo su autoestima y autopercepción.

“Todos tenemos responsabilidad en generar espacios seguros, ya que la forma de construir la identidad es a partir de agentes socializadores y mediante vivencias a la hora de comprar ropa, que pueden tener consecuencias psicoemocionales”, apuntó.